16 de mayo de 2015

El Caminito del Rey




Desde principios del año 2015 se está hablando mucho en los medios del Caminito del Rey.
Se le está haciendo una propaganda increíble, (no se si para bien o para mal), lo cierto es que que en un mes ya lo han recorrido más de 15.000 personas, la página web se ha bloqueado varias veces y el interés que ha despertado en personas de todo el mundo confirma que toda esa publicidad ha funcionado.


Se sitúa en un Paraje natural denominado Desfiladero de los Gaitanes, entre los municipios de Álora y Ardales, en la provincia de Málaga y relativamente cerca de la capital.

Creo que lo que más atrae a la gente no es el paraje en sí, sino la historia ligada al propio Caminito, a la aventura que suponía, (y que va a suponer de nuevo) atravesar el desfiladero sin pisar tierra firme.

La casita del Ingeniero, en el pantano de El Chorro, Ardales
El desfiladero es un tajo de unos 3 kms. de longitud que ha ido horadando el río Guadalhorce a lo largo de miles de años, creando unas paredes de más de 300 metros de altura en algunos puntos y menos de 1 metro de separación en otros.

El Caminito del Rey está ligado a infinidad de historias de juventud de mucha gente y de muchos lugares, pero sobre todo, de Málaga. La zona de El Chorro era uno de los lugares preferidos por las pandillas para ir de acampada. Se llegaba en tren hasta la estación de El Chorro, se cruzaba por las vías, luego el caminito, luego los túneles, y cargados de tiendas de campaña, cacerolas, mantas...

Uno de los túnenes de acceso, junto al merendero El Kiosco, que está al otro lado


Para no enrollarme mucho con la historia (no porque no sea interesante, sino porque la podéis encontrar detallada en muchos sitios) os diré, resumiendo, que la empresa hidroeléctrica, allá por el año 1905, construyó una pasarela de hierro y cemento sobre las paredes verticales del desfiladero para que los operarios pudiesen trabajar y llevar los materiales de un extremo a otro,  acortando así las distancias unos cuántos kilómetros.

Esta pasarela empezó a utilizarla "tó dios", no solo la gente de la empresa, también los vecinos y vecinas de los alrededores y los "turistas" de la época.

El "Sillón del Rey" en el centro

En el año 1921, con motivo de la inauguración del Embalse Conde del Guadalhorce, cerca del desfiladero, el rey Alfonso XIII también pasó por el caminito, (sólo por un trozo) y desde entonces las gentes del lugar lo empezaron a llamar El Caminito del Rey.

Así que desde 1905 hasta el año 2000 el caminito ha sido transitado por tropocientas mil personas, y en casi 100 años se deterioró tanto y se volvió tan peligroso que llegaron a decir que era "el camino más peligroso del mundo". Finalmente, tras muchos accidentes, algunos de ellos mortales, lo clausuraron.



 Bajamos un primer tramo entre pinos. A la derecha unas casas-cueva

El pico del Convento, a la izquierda

Las aguas del embalse del Gaitanejo


En 2014, sobre las ruinas del original, se ha construido un nuevo  caminito, en acero y madera, y a partir de marzo de 2015 se puede volver a pasar por las paredes del desfiladero, esta vez para apreciar en toda su plenitud la belleza de un paraje espectacular.

Toda la información detallada para visitarlo está en la pagina web www.caminitodelrey.info.


Puesto de control entrando desde Ardales

De momento la entrada es gratuita. Se permite la visita de 600 personas diarias, menos los lunes, aunque solo se puede reservar a través de la página web y ya quedan muy pocas plazas. Si pensáis hacerlo, leed bien todas las instrucciones para no llevaros sorpresas una vez que estéis allí.
El acceso se puede hacer tanto desde Álora como desde Ardales. El recorrido no es circular, aunque te puedes volver por el mismo sitio si no pasas por el control del otro lado. Cuando llegas al final, una vez pasado el control, hay autobuses que te llevan otra vez donde empezaste, en ambos sentidos. También puedes volver caminado por la carretera. Es bonito, pero un poco laaaargo.
La preferencia general es empezar en Ardales, por dos razones:
La primera, es "cuesta abajo", y la segunda, que el camino se va volviendo más interesante a medida que avanzas, aumentando en emoción y belleza.




Si vas en coche, una vez que llegas tienes que procurar aparcar entre el restaurante El Mirador, que está encima de la carretera, sobre un corto túnel, y El Kiosco, otro merendero-restaurante. Si llegas con tiempo puedes dar un paseo por allí. Enfrente está el embalse Conde del Guadalhorce, (más conocido como el pantano de El Chorro), con la "casa del ingeniero" al fondo y un pequeño poblado junto a la carretera. Un poco más abajo hay otra zona de aparcamientos y más bares.
También está "El sillón del Rey", donde Alfonso XIII inauguró la obra.


Podemos empezar desde varios lugares, que todos van a confluir a la caseta de control y acceso:
1.- Justo detrás del sillón del rey hay un sendero. 
2.-A la derecha de El Kiosco hay un amplio túnel por el que también se accede. Desde estos dos hay 2,7 kms. de sendero hasta en puesto de control.
3.-Un poco más arriba, cerca de El Mirador, hay otro túnel, bastante más pequeño, angosto y largo, además sin luz, que también te lleva por un camino muy bonito de 1,4 kms. 

En total hay que caminar unos 8 kms. hasta la la caseta de control de salida, y hasta la estación del Chorro, 2 kms. más. 
 





Si vas por cualquiera de los dos primeros, llegas al nivel del embalse del Gaitanejo, y podrás apreciar la cantidad de plantas que hay, muy diferente de las orillas peladas del embalse del Chorro.
Mientras bajamos por medio de un pinar ya podemos ir apreciando la diversidad geológica de este amplio paisaje, llamando nuestra atención la cantidad de cuevas que aparecen y algunas que hasta hace poco eran viviendas. Varios paneles informativos indican que esas peculiares formas de las rocas se llaman "taffonis".
A lo lejos podemos divisar el Pico del Convento, digno de recorrer, pero otro día.
Y así, caminando junto a las verdes aguas, llegamos al puesto de control. Allí nos darán (en préstamo) un casco que será obligatorio llevar, por si caen piedras o ramas, que nunca se sabe...También te dan una especie de redecilla para la cabeza, por higiene.
En un edificio aparte están los servicios, y hasta dentro de 8 kms. o unas 3 horas no hay otro, así que aprovechad, sobre todo las chicas...
Este edificio, para ser nuevo, es bastante feucho, bajo mi punto de vista, claro.

Desfiladero del Gaitanejo




A los pocos metros  atravesamos la vieja puerta de hierro y empezamos a divisar el desfiladero y las pasarelas. Están las placas conmemorativas de la inauguración de los 2 caminitos.
El primer desfiladero que pasamos es el Gaitanejo. Las paredes se acercan cada vez más y mirando hacia el fondo se ven las formas caprichosas de las rocas. Por los huecos de los tablones de madera podemos ver el antiguo caminito, justo debajo, y desde otros puntos, podemos ver en el mal estado que estaba.







Vamos llegando al Tajo de las Palomas, (¿se llamará así porque hay muchas por aquí?). Mirando al cielo también se pueden ver buitres, aves rapaces, y otras muchas aves que aun no sé distinguir...










El puente del Rey





Las paredes se van abriendo algo más y se ven los restos de lo que fue el Puente del Rey, por donde se dice que Alfonso XIII cruzó al bajarse del tren.
Un rato más de pasarela y desembarcamos en el valle del Hoyo. Es bastante amplio y ahora, en primavera, está espectacular!!!





 




Vemos los trenes pasar a lo lejos, entrando por túneles y cruzando puentes.
En el centro del valle está el Cortijo del Hoyo, y detrás, al fondo, las paredes favoritas de los escaladores, para todos los gustos y de todos los niveles, un punto de interés internacional.



Una estructura hidráulica recorre el valle. En algún tramo vamos caminando por el interior de un canal de agua.




Además de las obras de la pasarela, también se han hecho varias actuaciones para la mejora y recuperación de la vegetación y la fauna autóctonas. Una de ellas ha sido la construcción de una balsa, a modo de charca natural, reproduciendo el hábitat preferido de una rana en peligro de extinción. De momento, nadie la ha visto, pero poco a poco otros diminutos animales la están habitando.
También, muy cerca de la charca, se ha habilitado un lugar para los murciélagos.


Paredes de todos los niveles para la escalada





Una vez pasado el Valle del Hoyo, volvemos a la pasarela y las paredes del desfiladero se elevan cada vez más.
La belleza de este paisaje radica en la geología tan variada que nos encontramos. Mirando hacia arriba o hacia abajo, las formas son espectaculares.
El río Guadalhorce ha ido cortando estas calizas y dolomías jurásicas hasta formar este profundo tajo que es el Desfiladero de Los Gaitanes. Hay numerosas cuevas y simas. Sobre las formas erosivas horizontales de calcarenitas, aparecen enormes estratos verticales de calizas. También han aparecido restos fósiles de ballenas, ammonites, corales...y no es de extrañar, porque hace unos cuantos de miles de años atrás, todo esto era el fondo del Mar de Tethis. Si nos vamos fijando, en las paredes podremos ver algunos de estos fósiles. 
El valle del Hoyo al fondo

El mirador en la curva de la pasarela


El suelo del mirador


Caminado por la pasarela llegamos a un punto donde toda la gente se para a fotografiarse. Es un mirador con el suelo de cristal. En la pared de enfrente, el tren aparece entre túnel y túnel como una ráfaga.
Una vez pasado el mirador hay que ir despacio porque merece la pena admirar cada centímetro del paisaje.





Al fondo, hueco entre túneles por donde pasa el tren



Antigua estructura del caminito
Huellas de Ammonites








Así, poco a poco, vamos llegando al puente colgante, otro de los puntos que despierta más interés y donde cada excursionista espera para hacerse una foto pasando. Está a 105 metros de altura y a través del suelo de rejilla metálica puedes ver el fondo. Quien tenga vértigo, mejor que lo cruce mirando al frente y no mire para abajo...














Al llegar al otro lado el paisaje vuelve a abrirse y tras unos pocos metros, una pared vertical acaba bruscamente el desfiladero.
El último tramo de pasarela tiene más escaleras que el resto ya que tiene que pasar por encima del puente del ferrocarril. Desemboca en un sendero donde te da la sensación de que ya has acabado de hacer "el caminito", aunque todavía queden unos cuántos metros de carril árido y sin una sombra en la que cobijarse de este calor del sur.
El antiguo caminito llegaba hasta las vías del tren y la gente se iba andando por ahí hasta la estación.


Nos han contado una curiosa historia relacionada con la obra de la pasarela en el tramo que hay encima del puente del tren, y es que tuvieron que añadir una especie de techo, justo debajo de la pasarela, para proteger los cables de la catenaria y evitar que, si a alguien se le ocurre ¡¡¡orinar!!! desde la pasarela sobre el tren, no muera electrocutado. Y esto es porque ya se ha dado el caso...

 

Historias aparte, llegamos a la caseta de control de salida, entregamos nuestros cascos y nos vamos a tomar cervezas a los bares de la estación del Chorro. También podemos comer o dormir porque hay un hotel-restaurante. O coger el autobús que nos lleva otra vez a la zona de Ardales donde empezamos. Allí también hay buenos sitios donde comer.
Otra buena opción es llevar la comida preparada y bajar a las muchas mesas de madera que hay alrededor del pantano, comer bajo los pinos y darte un buen chapuzón.
Dentro de lo que es el itinerario acotado del caminito (entre los puestos de control) hay algunos bancos y zonas donde comer, pero no se puede entrar con mochilas o bolsas voluminosas.
Vistas desde un carril que hay detrás de restaurante El Mirador, por arriba


Ahora a comer con las mejores vistas




Si tenéis ganas de seguir conociendo un poco más la zona podéis visitar Bobastro, un lugar muy especial, con mucha historia y que merece la pena ver. En una hora o poco más se hace el recorrido completo.
Y así acabaréis una jornada memorable...

PD:.No olvidéis llevar botella de agua, al menos 1 litro,  protector solar, ropa y calzado adecuado...Llevar unos prismáticos también estaría bien...