7 de septiembre de 2012

Camino Primitivo






Hacía tiempo que quería hacer el Camino de Santiago.
Toda la gente que conozco que lo ha hecho han vuelto encantadas, y además han repetido. Así que me puse manos a la obra y empecé a recopilar información.
Me di cuenta de mi ignorancia respecto al camino en cuanto busqué por internet ¡Hay un montón de Caminos de Santiago!
Yo tenía una idea en la cabeza, una imagen de caminante por bosques solitarios, iglesias románicas, cruceiros…y algunos de los caminos se parecían a esto. Además se unía el hecho de que iría desde Málaga hasta Asturias para ver a unos amigos, lo que me daba pie a situar mi punto de partida por allí cerca. Aun faltaban 2 meses.

Yo no soy avezada deportista ni andarina infatigable, soy andarina, sin más. Lo más que he caminado han sido 22 Km. y me salieron ampollas…Con estos antecedentes me resultaba difícil calcular cuantos Km. diarios sería capaz de caminar y por tanto cuantos Km. de ruta completa podría planear. Así que pensé que mejor sería ver de cuantos días disponía y en función de eso, caminar hasta donde llegase, y a unas malas, acercarme en autobús a 100 Km. con unos 2 días de margen, por si había imprevistos. Por lo que había leído y lo que me decían mis amistades, hacer 20 Km. diarios “no es ná”, se pueden hacer 30 y 40 Km. si te encuentras bien, pero a mí eso me parecían muchos Km. aunque también pensaba que si tanta gente lo hace ¿porqué no iba a hacerlo yo?

Siendo realista, preferí calcular a razón de 20-30 mejor que 30-40, pero ¿cuántos días sería yo capaz de andar? Otra difícil cuestión, sin conocer mis propias limitaciones físicas.

La respuesta me la dio el avión. Para ir a Asturias iríamos en el coche de un familiar, pero la vuelta a Málaga desde Santiago era mejor hacerla en avión, ya que tanto el autobús como el tren tardaban muchísimo en llegar y no eran nada baratos. Busqué un vuelo asequible y los que salían a mejor precio me daban 6, 13 y 20 días de margen. 6 me parecían pocos y 20 muchos, así que me quedé con 13 días. Reservé billete un mes y medio antes, 39 euros y en hora y media en casita. Eso me daba la opción de empezar desde Luarca, haciendo el camino del Norte, desde Oviedo haciendo el Primitivo o desde León por el Francés. La mayoría me recomendaba empezar en León, pero me cogía un poco lejos de Llanes, que es desde donde partiría, así que esa opción la descarté. Me quedaba o el Norte o el Primitivo. El Primitivo empieza en Oviedo, muy cerca de Llanes, pero en todos lados leía que era muy duro, el más duro de todos, que no es el más adecuado para iniciarse en el Camino si no estás muy en forma. Todas las recomendaciones eran negativas, y aun así, a mi me atraía cada vez más, porque era el menos transitado, y eso era lo que yo buscaba.

Me puse en contacto con la Asociación Jacovea de Málaga para conseguir la credencial. Allí pregunté a los miembros qué camino me recomendaban, el del Norte o el Primitivo, y uno de ellos me recomendó sin dudarlo el Primitivo, decía que era el más “auténtico”, menos turístico y tampoco era tan duro ¡eso era justo lo que yo quería oír!, se disiparon todas mis dudas y a partir de ahí, el Primitivo sería mi destino. Bueno, el mío y el de Fernando, que vamos juntos.




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