He leído unas cuantas listas en Internet donde se enumeran las cosas necesarias y me faltaba casi todo. Lo primero que he comprado ha sido el saco de dormir mini. El que yo tenía abultaba demasiado.
También necesitaba una mochila. Eso me costó
más elegirlo. No sabía muy bien que tamaño ni modelo elegir. De hecho compré
una y la cambié 3 veces.
Me quedé
con una de 40 litros, bastante acolchada por todos lados, con funda para la
lluvia y una cremallera central con la que se accede muy bien al interior. La
pega es que pesaba casi 2 kilos. Había otra que pesaba 900 gr pero no estaba
tan acolchada.
Aparte de
la mochila, resulta muy práctico llevar una riñonera o un pequeño bolso donde llevar
a mano el monedero, el móvil, la guía, las gafas,...yo llevo un bolso pequeño
donde me caben todas esas cosillas y me ha resultado muy útil.
Tenía la
duda de si comprar bastones o no, pero al final, pensando en la vuelta en avión
y sin facturar, preferí no comprarlos, y buscar un buen bastón de campo o
comprarlo allí. La semana que voy a estar en Asturias tendré ocasión de comprar
lo que me falte.
Para protección de la lluvia también tenía mis dudas. Según leía en los foros, no había unanimidad, unos que si capa, otros que si chubasquero, que si trajes de agua, que si paraguas...Por suerte, una amiga me prestó una gran capa de agua y otra un chubasquero. Problema resuelto, aunque yo soy más de paraguas...
Me asustaba
bastante el tema de las ampollas en los pies, porque me salen con nada.
Siguiendo las recomendaciones de mi amiga Mari, me compré dos pares de
calcetines especiales para caminatas. Son de un hilo de poliéster especial,
Coolmax, que hace que el pie permanezca
seco, no tienen costuras y están reforzados en las zonas más susceptibles de
sufrir rozaduras. Son más caros que los normales, pero en estas cosas no hay
que escatimar. Otra cosa que compré fue una especie de vaselina en barra de la
marca Compeed. Como son muy pequeños me compré dos. También compré unas tiritas
especiales con hidrocoloide para prevenir ampollas.
Para no terminar con las dudas, estaba el tema del calzado. Tengo unas deportivas muy cómodas y muy trilladas y unos zapatos de montaña, algo menos usados. Pensaba llevarme los dos para ir cambiando o por si se me mojaban con la lluvia tener otros de repuesto, pero pesaban demasiado y ocupaban mucho en la mochila, así que preferí llevarme los de montaña, porque aconsejaban para ese terreno un calzado de suela dura. Eso y las chanclas de goma. Otro tema resuelto.
En cuanto a ropa, tengo que calcular que puede refrescar algo, pero no mucho. En caso de necesidad, siempre puedo comprarme algo sobre la marcha.
Llevo 2
camisetas de manga corta para diario más otra para dormir y descansar, y otra
de manga larga, un pantalón corto con muchos bolsillos (ya me hubiese gustado
tener uno igual pero largo), un pantalón con bolsillos laterales viene
superbien, porque puedes meter muchas cosas que hay que tener a mano, como los
mapas o las guías, la cámara de fotos, el móvil, los clinex, las gafas...La pena
es que el pantalón largo que llevaba no tenía bolsillos. El pantalón largo está
bien para ir por esos caminos llenos de ortigas y “bichitos” y para los días
más frescos. Para dormir y descansar llevo un pantalón tipo malla por la
rodilla que no ocupa ni pesa nada. Para el frío llevo un polar muy fino.
También llevo 2 pañuelos largos para el cuello, muy ligeros y “mú apañaos” y
además llevo un pareo que me sirve para muchas cosas, de foulard, de sábana, de
funda de almohada, de toalla, me he alegrado mucho de llevármelo. Lo demás ya
lo tenía y he escogido lo que menos pesara.
También
llevo en los bolsillos de la mochila un juego de cubiertos y un vaso, algunas
pinzas para la ropa y unos imperdibles, una cuerda y jabón para lavar. Un jabón
para el cuerpo, la pasta de dientes, el cepillo y una toalla muy pequeñita en
otro bolsillo. Cuando he tenido ganas de refrescarme los pies en un arroyo he
tenido esta pequeña toalla a mano y otra toalla más grande dentro de la
mochila. Ambas son de microfibra y pesan muy poquito. Los cubiertos no los he
usado, pero un cuchillo o navaja se usa bastante.
En el
bolsillo superior llevo una gorra, crema solar protectora, un pequeño botiquín
con tiritas, analgésico, gasa y esparadrapo. También va la linterna, que tiene
que estar muy a mano y una pulsera antimosquitos, que no he llegado a usar.
Dentro de la mochila llevo el resto del botiquín con venda elástica, betadine,
alcohol, todo en minibotellitas, pastillas antiinflamatorias, pomada para los
dolores musculares y para la circulación, y alguna cosilla más. Creo que me he
pasado con el botiquín, es lo que más abulta pero lo he usado casi todo, aunque
también es verdad que algunas de las cosas las podía haber comprado por el
camino.
También
llevo algunos sobres de azúcar y bolsitas de infusiones para los desayunos
improvisados. Algunos días me han venido muy bien, acompañados de unas cuantas
galletas.
Me he
probado la mochila llena hasta ajustarme las correas a la medida, de modo que quede bien pegada a mi espalda, que
no cuelgue de los hombros sino que se ajuste entre la cintura y las caderas. Lo
llevo todo metido en unas bolsas de plástico muy finitas y que hacen poco ruido
al manipularlas. Va todo separado en pequeños paquetes.
"kit" de descanso |
También me dijo mi
amiga Mari como hay que doblar la ropa, todo muy plegado y luego enrollado
hasta que quede muy reducido. Así llevo el paquete de descanso, la camiseta y
el pantalón liado y en su bolsa con su goma, la muda del día siguiente otro
paquete, bragas y calcetines, otro paquete, todo muy compactado y ordenado. Lo
que va más a mano, la toalla de baño y la ropa de descanso, que es lo primero
que se saca cuando llegas al albergue, y la bolsa de aseo. En la bolsa de aseo
llevo un cepillo de pelo pequeño, sobres de champú y de acondicionador, un tarrito
pequeño de aceite de almendras, crema hidratante para la cara, en un tubo de
muestra que me ha durado 3 semanas, desodorante, corta uñas y lima. Llevo una
barra de cacao para los labios, pero la llevo en el bolso, a mano porque la uso
cada dos por tres.
Dentro de
la mochila, en un bolsillo, llevo los cargadores del móvil y de la cámara de
fotos.
La libreta
de notas y el bolígrafo los llevo en el bolso, siempre a mano.
Para llevar
el agua llevo una cantimplora, a veces colgada, a veces cogida encima de la
mochila.
La mochila
ha quedado holgada y queda sitio (aunque no mucho) para guardar algo de comida.
A lo largo
de casi dos meses he visto muchas páginas donde se describe el itinerario del
Camino Primitivo. He hecho una mini-guía con todos los sitios donde hay
alojamiento, los teléfonos y las distancias entre ellos. Me ocupa 2 páginas y
la llevo a mano. También he seleccionado una web (de las muchas que hay) que me ha parecido muy
completa, que es la de Gronze, y la he sacado en papel. Es un tochillo de 12
páginas y va en un bolsillo de la mochila. Por esta guía es por la que me he guiado para saber los km. de cada etapa. He leído las opiniones y referencias
sobre los albergues para saber cuáles están mejor o peor, algunos sitios para
comer, los caminos alternativos...ha sido de mucha ayuda.
En todo
momento he tenido presente que podría tener dificultades de cualquier tipo,
sobre todo físicas, y me he mentalizado para ir con tranquilidad, disfrutando
cada día del camino, sin ninguna prisa, y en caso de ver que no llego a tiempo
a Santiago, coger el autobús o un taxi y no arriesgarme ni hacer burradas de
las que luego me pueda arrepentir. Por lo que he leído, este camino se hace en
11 ó 12 días, llevo un día de margen, así que debería estar tranquila, ¡pero no
lo estaba! ¡Estaba muuuyyy nerviosa!, pero deseando empezar.
Yo este será mi tercer año seguido que voy al Camino solo, la primera vez de Zamora a Santiago, pasando por Astorga; y el año pasado el epílogo de Santiago a Muxía y Fisterre.
ResponderEliminarEn mi primer año sólo me llevé la guía de Consumer para dos días de Camino y un trozo del tercero... y me fue estupendamente. Este año lo estoy preparando todo a conciencia (buscando guías, calculando etapas) y estoy muerto de miedo. No sé por qué.
PD: De casualidad acabo de darme cuenta que eres de Málaga. Ya somos dos.